Confieso que este 2012 ha sido caótico. Por azares del destino termine con cuatro perros en un departamento, dos en una clínica hotel y uno en el campo. No es fácil cuidar tanto chucho, máxime cuando los cuatro que viven contigo son de edades y capacidades diferentes.
No quiero justificar mi irresponsabilidad y mi falta de compromiso con este blog, pues es un deber que tengo para con los animales y he faltado a el.
El 2012 ha sido un pésimo año para los animales en Chile. Los municipios autorizaron la remoción de los animales en las vías publicas y el sacrificio de ellos. A esto se auna la demolición de muchas casas y la obsesiva construcción de edificios lo que conlleva a desalojar a muchos perros que eran protegidos por vecinos que vivían en comunidades. Los inquilinos de estos nuevos edificios son tan arribistas que buscan eliminar a todo perro o gato que sea mestizo y afee su barrio.
Los animales de granjas industriales continúan sufriendo y no hacemos nada para exigir políticas que acaben con las condiciones tan miserables en las que viven.
Es cierto que un par de lideres de los animalistas han salido en revistas y periódicos pero NO EXISTE UN MOVIMIENTO DE DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES EN CHILE.
Sostener lo contrario es una falacia, si bien es cierto que existen grupos que se autodenominan animalistas no hay una movilizacion social que permita la gesta de un movimiento social que lleve a la canalizacion de las demandas de una ciudadania preocupada por los animales.
Los políticos que supuestamente han apoyado a los animalistas nunca han estado comprometidos verdaderamente con acabar con los mataderos, las granjas industriales, los circos, el misero zoológico de Santiago o implementar una política ética de control de los miles de perros que deambulan por las calles. Se acercan a ciertos grupos animalistas cuando necesitan la foto.
La campana presidencial se ha desatado y estamos mudos, es imperativo que todos aquellos que exigimos el reconocimiento de los derechos de los animales nos unamos y movilizemos. La única forma para que los derechos de los animales sean un tópico en las agendas de los presidenciables es que como ciudadania exijamos que sea parte de esas agendas
Necesitamos empezar a movernos y empezar a funcionar por primera vez como sociedad civil que exige un cambio. Un cambio que incluya los derechos de los animales en reglamentos, leyes, ordenanzas. Demos el salto tratar los derechos de los animales como lo que son un acto de justicia con millones de seres vivos a los que hemos subordinado, asesinado y despojado de su dignidad, de su libertad y de su derecho a la vida.
Dejemos a un lado la etiqueta de " animalistas" o de " veganos" y empecemos a funcionar como ciudadanos que exigen que se reconozcan los derechos de los animales porque acabar con el especiesismo es un acto de justicia.
Estamos en el momento justo para empezar este movimiento.
No quiero justificar mi irresponsabilidad y mi falta de compromiso con este blog, pues es un deber que tengo para con los animales y he faltado a el.
El 2012 ha sido un pésimo año para los animales en Chile. Los municipios autorizaron la remoción de los animales en las vías publicas y el sacrificio de ellos. A esto se auna la demolición de muchas casas y la obsesiva construcción de edificios lo que conlleva a desalojar a muchos perros que eran protegidos por vecinos que vivían en comunidades. Los inquilinos de estos nuevos edificios son tan arribistas que buscan eliminar a todo perro o gato que sea mestizo y afee su barrio.
Los animales de granjas industriales continúan sufriendo y no hacemos nada para exigir políticas que acaben con las condiciones tan miserables en las que viven.
Es cierto que un par de lideres de los animalistas han salido en revistas y periódicos pero NO EXISTE UN MOVIMIENTO DE DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES EN CHILE.
Sostener lo contrario es una falacia, si bien es cierto que existen grupos que se autodenominan animalistas no hay una movilizacion social que permita la gesta de un movimiento social que lleve a la canalizacion de las demandas de una ciudadania preocupada por los animales.
Los políticos que supuestamente han apoyado a los animalistas nunca han estado comprometidos verdaderamente con acabar con los mataderos, las granjas industriales, los circos, el misero zoológico de Santiago o implementar una política ética de control de los miles de perros que deambulan por las calles. Se acercan a ciertos grupos animalistas cuando necesitan la foto.
La campana presidencial se ha desatado y estamos mudos, es imperativo que todos aquellos que exigimos el reconocimiento de los derechos de los animales nos unamos y movilizemos. La única forma para que los derechos de los animales sean un tópico en las agendas de los presidenciables es que como ciudadania exijamos que sea parte de esas agendas
Necesitamos empezar a movernos y empezar a funcionar por primera vez como sociedad civil que exige un cambio. Un cambio que incluya los derechos de los animales en reglamentos, leyes, ordenanzas. Demos el salto tratar los derechos de los animales como lo que son un acto de justicia con millones de seres vivos a los que hemos subordinado, asesinado y despojado de su dignidad, de su libertad y de su derecho a la vida.
Dejemos a un lado la etiqueta de " animalistas" o de " veganos" y empecemos a funcionar como ciudadanos que exigen que se reconozcan los derechos de los animales porque acabar con el especiesismo es un acto de justicia.
Estamos en el momento justo para empezar este movimiento.