miércoles, 8 de junio de 2016

Desacralizar la vida humana, en memoria de Manolo y La Flaquita



Existen millones de especies animales y dentro de estos hay miles de especies de mamíferos y doscientas especies de primates. La especie humana pertenece a uno de los doscientos tipos de primates, pero se ha categorizado a sí misma como superior y en oposición a millones de otras especies a las cuales ha agrupado no sólo como animales – lo adecuado sería otros animales- sino como bestias, un término con connotaciones negativas.  Esta diferenciación basada en argumentos filosóficos occidentales, que después serian adoptados por las religiones judeocristianas, ha permitido el sometimiento, la opresión, la esclavitud y la  matanza de millones de otros animales.[1] Desde Platón y Aristóteles pasando por San Agustín y Tomas de Aquino, Descartes y Kant, hasta algunos círculos filosóficos actuales, se ha considerado a los individuos humanos como fundamentalmente diferentes a los pertenecientes a otras especies animales.
  El filósofo David Livingstone Smith argumentó en el 2013 que clasificar organismos como humanos no es un ejercicio moral inocente en un juego de descripción taxonómica. Atribuir humanidad conlleva un peso moral inmenso y negarla a una criatura disminuye su estatus moral. El estatus moral ha sido un prerrequisito para la creación de marcos morales y legales que protejan a grupos de personas humanas de matanzas, torturas y esclavitud. La deshumanización es una característica común de la guerra, genocidio, esclavitud y otras atrocidades. Su propósito, en palabras de Livingstone Smith, es desinhibir la violencia en contra del grupo deshumanizado a través de la exclusión del universo de obligación moral. El experto en derechos animales Gary Francione, concluyó en el 2010, que al negarles la consideración moral a los otros animales, los humanos no tienen obligaciones morales ni legales que les deban directamente a los animales. Es esto lo que ha legitimado, legalizado y hecho moralmente aceptable el exterminio y el régimen de esclavitud que los hombres han desatado e impuesto contra los otros animales.
El exterminio de los otros animales es manifiesto en la extinción voluntaria contra cientos de especies que han sido catalogadas como peligrosas para los humanos- tales como lobos, jaguares, tigres, serpientes, coyotes,  entre otras- o aquellas cuyos cuerpos  han sido considerados como ornamentales o medicinales – colmillos de elefantes;  cuernos de rinocerontes; aletas de tiburones;  penes de tigres; bilis de osos luna; sesos de monos; manos de gorilas; pieles de cebras, leones, ciervos, etcétera- o las que han sido cazadas para consumo humano hasta la extinción tales como los bisontes en las planicies de Norteamérica o la población de la ballena gris en el atlántico.
Pero también existe el exterminio que, si bien no es voluntario, es el reflejo de la visión de homo sapiens como un ser distinto y superior al resto de los animales. La implacable expansión de la población humana y el desarrollo continúan destruyendo el hábitat de cientos de animales salvajes. La población humana se ha duplicado desde la década de los sesenta mientras que la población de los animales salvajes ha caído en un tercio. Las especies más afectadas han sido las de agua dulce pero también se han registrado graves conflictos entre poblaciones humanas y de elefantes, tigres y otros primates. Los orangutanes están siendo llevados a la extinción por el creciente consumo de aceite de palma mientras que las abejas y abejorros están a punto de desaparecer- y con ellos la vida en la tierra- por el uso de insecticidas.
Vivimos la sexta extinción masiva en la historia del planeta sólo que esta es producto del hombre. El promedio de especies vertebradas que se han perdido en el último siglo es cien veces mayor que el ocurrido en toda la historia anterior. Sin la intervención de homo sapiens el número de especies que se extinguieron en el siglo veinte hubiese tardado entre 800 y 10, 000 años en desaparecer.
De acuerdo a varios estudios científicos publicados en Science y en WWF los ritmos de extinción de la biota en los últimos años no tienen precedente en la historia humana y son totalmente inusuales en la historia de la tierra. La sociedad de homo sapiens ha destruido especies a una gran velocidad  iniciando una extinción masiva sin paralelo en la historia anterior a su aparición. En tiempo humano la pérdida de la biodiversidad, según los expertos Ceballos, Pringle y Barnosky, será permanente debido a que en extinciones masivas anteriores a la tierra le tomo de cientos de miles a millones de años volver a diversificarse.
Si bien es cierto que los esfuerzos para parar esta sexta extinción masiva requieren un accionar rápido para conservar las especies en peligro de extinción, recuperar los hábitats, terminar con la sobreexplotación de los otros animales y sus medios ambientes; lo fundamental es lograr un cambio en la jerarquía moral. Homo sapiens debe aceptar que es una de las millones de otras especies que cohabitan en la tierra y no un ser jerárquicamente superior que somete y domina a las otras especies. Es necesario ver que los otros animales al igual que homo sapiens son sujetos de derechos morales básico tales como la vida y la libertad.
El aceptar un marco moral, como el propuesto por el filósofo Kymlicka, en el que las otras especies animales son poseedores de ciertos derechos inviolables es la única ventana de oportunidad que tenemos para tratar de minimizar los efectos de la sexta extinción masiva. Esa ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente.





jueves, 19 de mayo de 2016

Timothy Pachirat sobre los mataderos

33 millones de bovinos son asesinados y vendidos como carne cada año en Estados Unidos de América. Estas vacas y toros forman parte de los más de 8.5 mil millones de animales que son matados anualmente, sin respeto o reconocimiento, demostrando la horrible eficiencia de la industrialización del sistema de producción alimenticia.
Este sistema reduce seres vivos a materia prima mientras que oculta y hace distante lo  que en un escenario normal sería inaceptable.
Al igual que las prisiones, los psiquiátricos, los cuartos de interrogación, las cámaras de ejecución, los campos de refugiados y los campos de exterminio, los modernos mataderos son una zona de confinamiento, un territorio segregado y aislado, invisible y totalmente inaccesible a los miembros ordinarios de la sociedad.

Every Twelve Seconds; Industrialized Slaughterhouse and the Politics of Sight.
Timothy Pachirat,
New Haven; Yale, 2011.

Jakarta slaughterhouse

martes, 10 de mayo de 2016

Orígenes de la dieta carnivora



 Lo que se considera comida depende del grupo cultural al que uno pertenece. Y claramente la 
industria agrícola en Occidente ha jugado un papel clave en determinar qué comida culturalmente es más sana y mejor. 
David Nibert afirma que la carne y los productos lácteos se introdujeron en la pirámide alimenticia a principios del siglo XX tras un largo cabildeo de los grupos ganaderos que tenían familiares en el Congreso Estadounidense. El resultado actual es el abrumador hecho de que 8.5 mil millones de animales son faenados anualmente para ser vendidos como carne en ese país  .
El primer paso hacia esta matanza industrializada de millones de otros seres  se dio con la división de trabajo que transformó la industria estadounidense de la carne a mediados de 1800 cuando en Cincinnati se comenzó a combinar las operaciones de los mataderos con los del empaquetamiento de la carne en una misma “planta productiva”. El ferrocarril permitió transportar miles de toneladas de  carne y manteca a lo largo de Estados Unidos de América, así como miles de ovejas, vacunos y cerdos de los criaderos industriales a los mataderos. Para poder manejar el creciente volumen de animales transportados en las líneas del ferrocarril y para poder satisfacer el apetito carnívoro de la población creciente, los empacadores de carne introdujeron la cinta transportadora para incrementar la velocidad y la eficiencia en la primera industria de producción masiva en Estados Unidos (Patterson, 2002: 58-60).
Diversos historiadores dicen que la velocidad con la que esta nueva línea de ensamblaje mataba, desmembraba, desollaba y preparaba a los animales para transportarlos al público era extraordinaria. Tanto así que Henry Ford se basó en los mataderos de Chicago para crear la famosa línea  T[1].  Aunado a la división del trabajo en los mataderos, el creciente número de capitalistas con intereses en las industrias de opresión de otros animales descubrieron el potencial de los medios de comunicación y su poder para manejar a la ciudadanía y promover el consumo de animales y productos de animales. [2] Los gerentes corporativos se dieron cuenta que para que el capitalismo se expandiera y las ganancias se incrementaran el público tenía que transformarse en consumidor. Un ejemplo de esto es como en la década de 1920 el típico desayuno americano consistía de jugo de naranja, tostadas y café, pero la principal compañía productora de jamón y tocino, Beechnut Packing Company, manipuló al público al presentar campañas publicitarias en las que “expertos médicos” afirmaban que un desayuno basado en tocino, jamón y huevos era más saludable que el jugo de naranja.[3] Desde entonces millones de estadounidenses desayunan tocino y huevos todas las mañanas gracias a la campaña hecha por “el padre de las relaciones públicas” Edward L. Bernays un sobrino de Sigmund Freud. (Nibert, 2013. Párrafo 78 Kindle edition).
De acuerdo a Patterson las dos diferencias principales entre los mataderos de principios del capitalismo a gran escala y los actuales son la mayor velocidad de las líneas de ensamblaje y un tremendo aumento en el número de animales asesinados.[4] Para finales del siglo XX el número de animales asesinados en Estados Unidos aumentó de 4 mil millones a 9.4 mil millones, es decir 24 millones de otros animales cada día. (FARM Report Winter 1999, 7)
Para el año 2010 se calcula que 2.25 mil millones de homo sapiens vivían de una dieta basada en el consumo de otros animales mientras que 4.5 mil millones de seres humanos vivían de una dieta basada en plantas. A pesar de que la gran mayoría de los humanos son vegetarianos los ciudadanos en Occidente, convertidos en consumidores, hemos sido muy efectivos en aceptar la dieta impuesta por los grupos agropecuarios.
Hoy por hoy las grandes corporaciones trasnacionales que promueven una dieta basada en otros animales son Monsanto, Nestlé, Cargill, Bayer y ADM. Son las mismas industrias que están detrás de  la experimentación en animales y la producción de químicos que están exterminando las abejas.  Asimismo, estas transnacionales son las que están detrás de las expropiaciones violentas de tierras, a grupos humanos originarios, con el objeto de adquirir los recursos necesarios para satisfacer la demanda creciente a nivel mundial de productos alimenticios que no son otra cosa que los restos de millones de otros animales a los que enjaulamos, engordamos y asesinamos día  a día



[1] Véase Charles Patterson, Eternal Treblinka: our treatment of animals and the Holocaust. Principalmente el capítulo 3 referente a la industrialización de los mataderos.
[2] Véase David Nibert, Animal Oppression and Human Violence: Domesecration…. El capítulo referente a Hamburger Culture.
[3] Véase  David Nibert, Animal Oppression and Human Violence: Domesecration…. El capítulo referente a Hamburger Culture
[4] Las líneas de ensamblaje de los mataderos actualmente son tan rápidas que permiten matar 1,100 animales por hora. Lo que significa que cada empleado debe matar un animal en pocos segundos, lo que muchas veces falla y obliga a que el animal sea destazado vivo o llegue a las ollas de agua hirviendo vivo. Véase Gail Eisnitz, Slaughterhouse





miércoles, 4 de mayo de 2016

Yuval Noah Harari: El animal que se convirtió en un dios

Hace 70,000 años, Homo sapiens, era todavía un animal insignificante que se ocupaba de sus propias cosas en un rincón de África. En los milenios siguientes se transformó en el amo de todo el planeta y en el terror del ecosistema. Hoy en dia esta a punto de convertirse en un dios, a punto de adquirir no solo la eterna juventud, sino las capacidades divinas de la creación y de la destrucción.
Lamentablemente, el régimen de los sapiens sobre la tierra ha producido hasta ahora pocas cosas de las que podamos estar orgullosos.
Una y otra vez, un gran aumento del poder humano no mejoró necesariamente el bienestar de los sapiens individuales y por lo general causó una inmensa desgracia a otros animales. En los últimos años hemos hecho al menos algún progreso real en lo que a la condición humana se refiere, reduciendo el hambre, la peste y la guerra. Sin embargo, la situación de otros animales se está deteriorando más rápidamente que nunca.

A pesar de las cosas asombrosas que los humanos son capaces de hacer, seguimos sin estar seguros de nuestros objetivos y parecemos estar tan descontentos como siempre. Somos más poderosos de lo que nunca fuimos, pero tenemos muy poca idea de qué hacer con ese poder. Peor todavía, los humanos parecen ser más irresponsables que nunca. Dioses hechos a si mismos, con solo las leyes de la física para acompañarnos, no hemos de dar explicaciones a nadie. En consecuencia causamos estragos a nuestros socios animales y al ecosistema que nos rodea, buscando poco mas que nuestra propia comodidad y diversión, pero sin encontrar nunca satisfacción.

Hay algo mas peligrosos que unos dioses insatisfechos e irresponsables que no saben lo que quieren?

Epilogo
Sapiens ; De animales a dioses. Una breve historia de la humanidad
Yuval Noah Harari
Kindle Editorial Debate.



Foto www.allcreatures.org

jueves, 28 de abril de 2016

Lisa Kemmerer























Los humanos casi siempre dominan y explotan  a otras criaturas. El actual sistema de granjas industriales causa sufrimiento agudo, miseria prolongada y muerte prematura a miles de millones de animales no humanos cada año,a lo largo de todos los continentes, en  nombre de aquellos que eligen comer productos animales. Desde granjas industriales hasta laboratorios médicos, individuos de especies no humanas se han convertido en objetos para satisfacer nuestros propósitos y en medios para fines humanos. La tecnología, la producción masiva y el puro numero  de humanos engullidores de carne abarrotados en este planeta ha aumentado el volumen y la intensidad de manera exponencial de la explotación de los animales no humanos.
La gran mayoría de nosotros jamás ve a las criaturas a las que dominamos y explotamos, sus ojos oscuros y aliento vaporoso; su pelo rizado os sus plumas intrincadas; sus picos brillantes y sus colas bamboleantes. No tenemos la oportunidad de conocerlos como individuos - sus preferencias y miedos, afectos y curiosidades- solo vemos un pedazo de carne fresca envuelto en celofan, un poco de leche en un contenedor plástico, con una oscura etiqueta que busca esconder la verdad: esto que comes es parte del cuerpo de alguien más. 


Lisa Kemmerer
Animals and World Religions
Oxford University Press

Traducción Adriana De la Garza

Imagen tomada de Care2



martes, 19 de abril de 2016

Andrew Linzey

Necesitamos tener una concepción de nosotros en el universo no como una especie dominante sino como una especie servidora..... de apartarnos de la idea de que los animales nos fueron dados y que fueron hechos para nosotros, hacia una idea de que nosotros fuimos hechos para cuidar, servir y asegurar la continuidad de los animales. Esto es lo que se plantea en la teología del capítulo dos del Génesis. El jardín es hermoso y en él abunda vida, los humanos fueron creados para cuidar de él.

Andrew Linzey pastor anglicano y filósofo de los derechos de los animales.
en
The Arrogance of Humanism. In Animal Welfare and The Environment, edited by Richard D. Ryder, 68-72. Melksham, U.K.; Duckworth, 1992.
Traducción Adriana De la Garza








miércoles, 13 de abril de 2016

Bob Torres

La explotación animal nos rodea. A pesar de que muy pocos de nosotros estamos dispuestos a ejercer actos violentos contra animales de forma directa, muchos de nosotros dejamos que otros ejerzan esa violencia por nosotros. Pedirle a otros que hagan nuestro trabajo sucio no nos exculpa. Si realmente somos serios con respecto a la justicia, la igualdad y proteger a los más débiles, es necesario reconocer que  le debemos mucho a los animales quienes sufren sin voz entre nosotros. Vivir una vida de abolición, el rechazar la abyecta explotación de los animales y dejar de consumir los productos que ellos sufren al producir - carne, huevos, productos lácteos así como productos marinos- es un proyecto relativamente simple. Es mucho más fácil que luchar contra el clasista, el racista y el sexista que todos llevamos dentro. Si nuestro compromiso con la justicia es serio es imperativo que luchemos contra el especista que tenemos dentro de nuestras cabezas.


miércoles, 13 de enero de 2016

El dominio del hombre sobre el resto de los animales 1

1

     La humanización de homo sapiens.

Existen millones de especies animales y dentro de estos millones hay miles de especies de mamíferos y doscientas especies de primates existentes. La especie humana pertenece a uno de los doscientos tipos de primates. Aun así, la especie homo sapiens se ha categorizado a sí misma como superior y como algo aparte  en oposición a millones de otras especies a las cuales ha agrupado no sólo como animales – lo adecuado sería otros animales- sino como bestias, un término con connotaciones negativas (Corbey, 2013. Race and species in the post-World War II United Nations discourse on human rights. Párrafo 7 Kindle edition).  Esta diferenciación basada en argumentos filosóficos occidentales ha permitido el sometimiento, la opresión, la esclavitud y la  matanza de millones de otros animales.[1] Desde Platón y Aristóteles pasando por San Agustín y Tomas de Aquino, de Descartes a Kant hasta algunos círculos filosóficos actuales se ha considerado a los individuos humanos como fundamentalmente diferentes a los individuos pertenecientes a otras especies animales.
  El filósofo David Livingstone Smith argumenta que clasificar organismos como humanos “no es un ejercicio moral inocente en un juego de descripción taxonómica. Atribuir humanidad conlleva un peso moral inmenso y negarla a una criatura disminuye su estatus moral” (Livingstone Smith, 2013. Indexically yours. Párrafo 8 Kindle edition). El estatus moral ha sido un prerrequisito para la creación de marcos morales y legales que protejan a grupos de personas humanas de matanzas, torturas y esclavitud. La deshumanización es una característica común de la guerra, genocidio, esclavitud y otras atrocidades. Su propósito, en palabras de Livingstone Smith, es “desinhibir la violencia en contra del grupo deshumanizado a través de la exclusión del universo de obligación moral” (Livingstone Smith, 2013. Indexically yours. Párrafo 14 Kindle edition). Al negarles la consideración moral a los otros animales, Gary Francione, afirma que “los humanos no tienen obligaciones morales ni legales que les deban directamente a los animales[2] (Francione, 2010: Animal Welfare. 6ta parte párrafo 4to., Kindle edition). Es esto lo que ha legitimado, legalizado y hecho moralmente aceptable la guerra de exterminio y el régimen de esclavitud que los hombres han desatado e impuesto contra los otros animales.
La humanización del homo sapiens y la deshumanización de los otros animales puede ser resumida en el pensamiento de Emanuel Kant quien en 1708 aseveró que “los seres humanos son diferentes en rango y dignidad de las cosas tales como los animales irracionales, a los cuales uno puede tratar y disponer a discreción” (Kant 1974. p. 9). Siete años después en Fundamentos de la Metafísica de las Costumbres planteó que “los animales no humanos sólo poseen un valor relativo, como medios y, por lo tanto, son llamados cosas en contraste a las criaturas que son clasificadas como seres humanos, que son fines en sí mismos” (en Livingstone Smith, 2013. Indexically yours. Párrafo 14 Kindle edition). Casi trescientos años después y tras miles de investigaciones científicas a lo largo de estos siglos el connotado biólogo Mark Bekoff plantea que “no hay especies inferiores ni superiores sino que los humanos hacen esa diferenciación porque les sirve y les facilita la vida cuando deciden quien vive y quien muere” (Bekoff; 2012:9). En esta misma lógica Carl Sagan y Ann Druyan escribieron “es esencial una nítida distinción entre los humanos y los animales[3] si vamos a doblegarlos a nuestra voluntad, forzarlos a trabajar para nosotros, usarlos como ropa y comerlos sin culpas o remordimientos” (Sagan, 1992). Su perdida, dolor y muerte no tiene ninguna consecuencia para los humanos porque no son como ellos. Charles Darwin escribió “no nos gusta considerar como iguales a aquellos a quienes hemos hecho nuestros esclavos: los animales” (citado en Patterson, 2002: 25).




[1]  Según cifras de la FAO para el año 2007 el número de animales muertos para consumo humanos fueron: 50.000 millones de pollos; 2.715 millones de patos; 1.388 millones de cerdos; 1.169 millones de conejos; 648 millones de gallinas; 635 millones de pavos; 564 millones de ovejas; 402 millones de cabras; 301 millones de bovinos; 57 millones de otras aves; 23 millones de búfalos; 10 millones de perros; 5 millones de caballos; 1,5 millones de camellos. A estas cifras hay que agregar 122 millones de toneladas de peces y 760 millones de litros de leche. Ver http://www.fao.org/search/en/?cx=018170620143701104933%3Aqq82jsfba7w&q=number+of+livestock&cof=FORID%3A9&siteurl=www.fao.org%2Feconomic%2Fess%2Fess-trade%2Fen%2F&ref=www.fao.org%2Feconomic%2Fess%2Fess-home%2Fen%2F&ss=10927j6433327j33&x=0&y=0. A estas cifras hay que agregar los millones de animales que son cazados y otros cientos de miles que son usados en experimentos a nivel mundial.
[2] El énfasis es mío.
[3] El énfasis es de los autores.

martes, 12 de enero de 2016

Siendo vegano por un mes

Si te comprometes a ser vegano por 30 días el impacto de tu decisión salvará:


-  la vida de 30 animales.
- 125, 000 litros de agua.
- 544, 310 kilos de grano
- 83.6127 metros cuadrados de selva tropical.
- 600 libras de C02.



jueves, 7 de enero de 2016

Milan Kundera : como la religion somete a los animales


En el principio del Génesis se establece que Dios creo al hombre con el fin de darle dominio sobre los peces, las aves y todas las criaturas.
Claro que el Génesis fue escrito por un hombre y no por un caballo. No existe certeza alguna de que Dios efectivamente le haya dado al hombre dominio  sobre otras criaturas. Lo que parece más factible, es que el hombre inventó a Dios para santificar el dominio que usurpó para sí mismo sobre la vaca y el caballo. Si, el derecho a matar a un venado o a una vaca es lo único sobre lo que toda la humanidad  coincide, aun durante la más sangrienta de las guerras.

La insoportable levedad del ser.


Cría de elefante siendo dominado , es necesario que se les quiebre el espiritu para someterlos.

miércoles, 6 de enero de 2016

2016 consolidaremos la personalidad de los otros animale

He estado muy ausente de este espacio. Vuelvo una vez mas con la idea firme de que tenemos que romper las barreras especiesistas y lograr que se homo sapiens logre comprender que no es superior al resto de los animales. Solo una especie de las 200 especies de primates que existen.
Este espacio estará este año centrado mas en las bases filosóficas no solo de los derechos de los animales sino de la animalidad.
Nos adentraremos en el mundo de las ideas que dieron origen a que homo sapiens se sintiera diferente de los otros animales con los que compartimos el planeta.
En una época en la que desaparecen 400 especies diarias creo que es fundamental que demos un paso mas profundo para entender porque es necesario romper con la tradicion antropocentrica que nos esta llevando a la sexta extinción masiva en la historia de la tierra.