Podemos tragar la carne sólo porque no pensamos en la cosa tan cruel y llena de pecado que hacemos. Hay muchos crímenes que son la creación del hombre, la equivocación de lo que es achacado a su divergencia de hábitos, costumbres o tradiciones. Pero la crueldad no es de estas. Es un pecado fundamental, y no admite disculpas o buenas distinciones. Tan sólo no dejamos que nuestro corazón se vuelva insensible, protesta contra la crueldad, se puede oir claramente; y aún así perpetramos crueldades fácilmente, felizmente - todos nosotros - de hecho todos los que no se unen son llamados maníacos
Nobel de Literatura 1913
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