El comer carne era desconocido hasta el diluvio pero desde el diluvio hemos puesto los musculos y los jugos de la carne de los animales en nuestras bocas. Jesucristo unió una vez más el final con el principio, por lo que está una vez más prohibido el comer carne de los animales.
San Jerónimo 340-420) sacerdote, monje, teólogo y primer traductor de la biblia al latín
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