sábado, 23 de enero de 2010
Maimónides
No debe creerse que todos los seres vivos fueron creados para el beneficio del hombre o para satisfacer su existencia. Al contrario, el resto de los seres vivos fueron creados por su propio beneficio, para que gocen sus propias existencias y jamás para satisfacer al hombre.
Médico, rabino y teólogo judío de la Edad Media.
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