martes, 20 de julio de 2010

Perros de la calle

Todos los días recibo correos de perros que están en adopción. Estos perros han sufrido maltrato, negligencia, abandono e indiferencia. En sus cuerpos quedan cicatrices de los frios que han pasado, de golpizas que han recibido, de atropellos, pedradas, patadas. Muchos de ellos presentarán problemas de salud porque sus cuerpos sufrieron desnutrición. Sus almas siempre llevarán grabadas el desprecio que vivieron en las calles. A pesar de todos los vejamenes que han sufrido lo que encuentro más perverso es que encontrarles un hogar, una familia que los adopte es casi imposible.
Las personas que creen en la adopción ya han adoptado uno o  más perros y casi siempre tienen sus casas saturadas con perros que no encuentran casa. Los que pueden adoptarlos deciden no hacerlo porque son perros de la calle, porque no son cachorros, porque no los han criado ellos, porque son quiltros o porque no saben que manhas tienen o porque ahora no pueden.
Generalmente esas personas no tardan en aparecer con un cachorro de raza pura.
Yo les pregunto a todos esos a los que les he ofrecido adoptar a un perro si ellos no tienen defectos, si no tienen manhas, si son descendientes puros de las mas altas alcurnias, si siempre han tenido tiempo para sus hijos. Si no tienen una gota de sangre mezclada
Pero mi pregunta principal es como pueden decir que aman a los perros si son incapaces de ver que le están negando la posibilidad a uno por el hecho de que nació en la calle.
También les pregunto si sabrán que seguramente su cachorro de raza pura viene de un criadero inescrupuloso que explota y comete actos de extrema crueldad en los perros de cría, o tal vez viene de un criador de patio, si asi se denomina a aquellos que cruzan  a sus perros de "raza pura"y los vende, que lo unico que están haciendo es lucrar a menor escala y contribuyendo a la sobrepoblación de perros y a que estso acaben en la calle
Así que cuando compran a un perro de raza pura porque "aman"a los perros lo que están haciendo es contribuir directamente al maltrato, abandono y existencia de aquellos a los que se negaron a adoptar

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