martes, 1 de junio de 2010

Patagonia sin represas


En el último confín al sur del mundo se encuentra una de las zonas con mayor biodiversidad de la Tierra. La Patagonia se encuentra formada por glaciares, montañas, ríos, lagos, fiordos, islas, bosques, estepas y humedales. Es hábitat de cientos de especies de aves, mamíferos, reptiles y anfibios. Muchos de los animales que allí viven se encuentran en peligro de extinción como es el caso del huemul -un ciervo endémico de Chile-, el cóndor y la vizcacha austral. Diversos biólogos afirman que es zona de animales que aún son desconocidos científicamente. La Patagonia está considerada como una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta y contiene numerosas Áreas Silvestres Protegidas, algunas inscritas como Reservas de la Biósfera y gran parte de su territorio se postula para ser declarado como Patrimonio de la Humanidad.

La Patagonia abarca territorios en Argentina y Chile y se encuentra dividida por la cordillera de Los Andes. La Patagonia chilena está conformada por las regiones de Aysén, Magallanes y la Antártica Chilena así como la provincia de Palena. Dos grandes ríos se encuentran en esta región: Los ríos Baker y Pascua que se caracterizan por presentar caudales abundantes y de baja variación, si se los compara con otros ríos de la zona central de Chile. Ambos ríos reciben el agua que proviene de los lagos Bertrand y O`Higgins, respectivamente los que a su vez, se alimentan de los deshielos de dos grandes masas glaciares, Campo de Hielo Norte y Campo de Hielo Sur.

Si bien la imagen de uno de los últimos confines del mundo nos lleva a pensar en una zona virgen a la cual no ha llegado el hombre lo cierto es que desde los primeros años de la República de Chile la colonización de este territorio y los intentos por modernizarlo han estado plagados de actividades que han dejado desastres naturales irreparables. La sustitución del guanaco por ovejas, la quema de millones de hectáreas de bosques nativos con fauna y ecosistemas únicos en el mundo, para crear campos ganaderos, la intensiva extracción de recursos naturales y el exterminio de las culturas nativas.

El nuevo proyecto del gobierno de Chile junto con multinacionales es la creación de cinco centrales hidroeléctricas en el corazón de la Patagonia chilena que llevarán a uno de los peores desastres naturales de la era contemporánea. El proyecto denominado HidroAysén atiende a la lógica gubernamental de lograr la independencia energética ya que Chile no produce más de un 4% de los combustibles fósiles que consume en forma de petróleo, gas y carbón. En el 2007, la importación de combustibles fósiles significó un gasto adicional de 2.133 millones de dólares para el país, debido a la falta de gas natural, a la sequía y los altos precios del petróleo. La hidroelectricidad en cambio, aparece como un recurso soberano, que permitiría al país contar con un suministro permanente de energía limpia.

Sin embargo, la inundación de terrenos para la construcción de tres represas en el río Baker y dos represas en el Pascua tendrían numerosos efectos sobre los ecosistemas y animales asociados a estos ríos. El primero, es la pérdida de hábitat que se produce por el área de inundación directa de bosques, de matorrales y áreas rocosas, además de la muerte y el ahogo de especies que no son capaces de escapar o de ser rescatadas a tiempo del agua. Esto afectará a grandes mamíferos como el huemul, huillin o nutria del río, el gato colo colo, el zorro culpeo y la vizcacha austral, así como aves majestuosas como el cóndor el carpintero negro, el peludo, el quique, y numerosas aves de ribera asociadas a los humedales que perderán sus sitios regulares de alimentación, anidación y refugio.

Segundo, se verán afectados aquellos animales que utilizan el río como ruta de desplazamiento dentro de su ciclo de vida como algunos peces nativos, mamíferos acuáticos y el pato correntino. Tercero, la presencia de líneas de alta tensión además representa un grave peligro de colisión y muerte de aves rapaces, patos, gansos, bandurrias y cisnes. Cuarto, pérdida de la biodiversidad acuática, de las pesquerías río arriba y abajo, y de los servicios brindados por las planicies de inundación río abajo, por los humedales, y por los ecosistemas de las riberas y estuarios adyacentes. Quinto, pérdida de bosques y de hábitat naturales, de poblaciones de especies, y la degradación de las cuencas río arriba debido a la inundación de la zona de los embalses. Por último, impactos acumulativos en la calidad del agua, en las inundaciones naturales y en la composición de las especies, cuando en el mismo río se construyen varias represas.

De acuerdo a varios expertos dos terceras partes de los ríos del mundo han sido represados generando efectos que van desde el cambio en la calidad, composición y temperaturas en las aguas que provocan la muerte biológica de los ríos hasta la fragmentación de ecosistemas y la generación de gases invernadero.

HidroAysén tiene como principal objetivo enviar energía a miles de kilómetros al norte de la Patagonia que será usada en ciudades y en una de las industrias más importantes del país: la industria del cobre. El precio será la destrucción de dos de los ríos más prístinos del mundo así como la destrucción de bosques nativos, glaciares y las últimas reservas de agua dulce del mundo. Además de la desaparición de cientos de especies de animales y flora. Todo esto para satisfacer las necesidades de una cultura humana basada en el consumismo y que se niega a aceptar que estamos al borde de la destrucción del planeta.

Por favor únete a Una Patagonia sin Represas!!!!



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