Hoy hace dos años que murió mi amado perro Fausto. El me enseñó muchas cosas de la vida: despertarme feliz todos los días, caminar con sol, lluvia y nieve, ser incondicional con mis amigos.
Partir a caminatas a los cerros cada que pueda y extasiar mi alma viendo la naturaleza
El se fue a los pocos días que se fue Lucy nuestra amada perrita. Los dos se amaban tanto que no pudieron vivir separados
El vacío en mi corazón siempre estará presente, cada día que me quede en esta tierra los extrañaré profundamente
A veces dudo mucho de que exista algo más allá de esta tierra pero quiero creer en Dios porque si él existe entonces algún día podré volver a reunirme con Fausto y Lucy en otra vida
Ojalá asi sea
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Adriana
ResponderEliminarSomos materia y la materia está compuesta de vibración, que es energía y la energía no se pierde, sólo se transforma... a dónde se va nuestra "fuerza vital" después que estamos muertos???
Después de un materialismo ateo, la vida me ha enseñado, que estar en la tierra, con este envoltorio, es solo un paso (somos peregrinos en esta tierra).. y referente a tu FAUSTO y LUCY, leí en el I Ching, cuando lo consulté acerca si alguna vez me reuniría con mi querida TAWNY.. "cuando dos caminos están unidos por el amor, ni siquiera la muerte es capaz de separarlos". Después de morir espero reunirme con los animales y personas que he amado, si es que soy digna de ello. En todo caso sería una multitud de animales...mas bien todos !!!
Saludos para tí
acabo de perder a mi perro, el vacio es enorme espero que lo que comentan sea cierto, para mi no sería paraíso si no estoy junto a mis queridos perros en este momento ausentes.
ResponderEliminarmanolonet@yahoo.com