jueves, 10 de febrero de 2011

Parte 5. Peter Singer: Todos los Animales son Iguales

Muchos filósofos han propuesto el principio de igual consideración de intereses, en una u otra forma, como un principio moral básico; pero como veremos no han sido muchos los que  han reconocido que este principio es igualmente aplicable tanto a miembros de otras especies como a la nuestra. Bentham fue uno de los pocos que acertaron a captar la verdad que había en esto.

Puede llegar el día en el que el resto de la creación animal llegue a adquirir esos derechos que jamás les hubieran podido ser arrebatados salvo por la mano de la tirania. Los franceses han descubierto ya que el color negro de la piel no es razón para que un ser humano pueda ser abandonado sin remedio al capricho de un torturador. Puede llegar el día que se reconozca que el número de patas, la pilosidad de la piel o la terminación del os sacrum, son razones igualmente insuficientes para abandonar a ese mismo destino a un ser sensible. Qué otra cosa debería trazar la línea insuperable? La facultad de razonar o quizá la facultad del discurso? Pero un caballo o un perro adultos son sin comparación mucho más comunicativos que un ninho de un día, de una semana, o incluso de un mes. Pero supóngase que las cosas fueran de otro modo, que cambiaría eso? La cuestión a plantear no es: Pueden los animales razonar?; ni la de Pueden hablar? sino la de Pueden sufrir?

En este pasaje Bentham senhala la capacidad de sufrimiento como la característica vital que da a un ser el derecho a una consideración igual. La capacidad de sufrimiento - o más estrictamente para el sufrimiento y o goce, o la felicidadno es justamente otra característica como la capacidad para el lenguaje o para la matemática mas abstracta. Bentham no está afirmando que que los que tratan de establecer "la linea insuperable" que determine si los intereses de un ser deben ser considerados, hayan seleccionado la característica equivocada. La capacidad de sufrimiento y de disfrute de las cosas es un prerrequisito para mostrar interés en abosulto, una condición que ha de ser satisfecha incluso antes de poder hablar con sentido de intereres.
Sería un sinsentido decir que no entraba en los intereses de una piedra rodar por el camino como consecuencia del puntapié que le ha propinado un colegial. Una piedra no tiene intereses puesto que es incapaz de sufrir. Un ratón por otra parte, tiene interés en no ser atormentado, porque sufriría si lo fuera.
Cuando un ser sufre no puede haber justificación moral para no tomar en consideración ese sufrimiento. Con independencia de cuál sea la naturaleza de ese ser, el principio de igualdad exige que el sufrimiento sea tenido en cuenta con el mismo derecho que el de cualquier otro ser.  Si un ser es incapaz de sufrir, o de experimentar alegría o felicidad, no hay en él nada que tenga que ser tomado en cuenta. Ésta es la razón de que el límite de la sensitividad sea la única frontera defendible de nuestro interés por los intereses de los otros.

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