El movimiento de liberación exige una expansión de nuestros horizontes morales y una extensión o reinterpretación del principio moral básico de la igualdad. Prácticas que anteriormente habían sido consideradas como naturales e inevitables, pueden ser vistas luego como el resultado de un prejuicio injustificable. Quien puede decir con seguridad que todas sus prácticas y actitudes están más allá de toda crítica? Si deseamos no figurar entre los opresores, debemos estar dispuestos a repensar hasta nuestras actitudes más fundamentales. Y esta revisión tendrá que efectuarse desde el punto de vista de aquellos que hayan resultado más desfavorecidos por nuestras actitudes y por las prácticas generadas por esas actitudes. Mi propósto aqui es animar a mis congéneres a realizar este análisis de nuestras actitudes y prácticas respecto a un grupo verdaderamente numeros de seres: los miembros de las otras especies distintas a la nuestra que, popular aunque indebidamente, llamamos animales. Dicho en otras palabras: en este ensayo estoy invitando a que extandamos a otras especies el principio básico de igualdad que la mayoría de nosotros reconoce que debería ser aplicado a todos los miembros de nuestra especie.
En: Desacralizar la vida humana: Ensayos sobre Ética
Peter Singer
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