miércoles, 9 de febrero de 2011

Emile Zola

Soy absolutamente contrario a las corridas de toros, que son un espectáculo abominable cuya crueldad imbécil es, para la multitud, una educación de sangre y lodo.


1 comentario:

  1. Es el niño al que los matones ridiculizan y golpean en el colegio; el chivo expiatorio de una naturaleza noble, al que espolea y humilla la otra naturaleza tan del engorde y tan lejana al ideal de civilización. Se lo hacen porque es inocente, es vulnerable, ... y habría que entrar a ver cual es el mecanismo que lleva a estas conductas abominables, revestidas de fiesta, cacerolas, vino a espuertas, e insulto a la inteligencia cuando lo llaman tradición. Charanga y pandereta y no sólo eso: humillación y muerte al inocente. De psicoanálisis colectivo, ya que no están para esto los juzgados de guardia. ¿Hasta cuando chulearán a estas criaturas, y, ... hasta cuando nos chulearán a los que defendemos las luces de la razón ?. España duele.

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